"Haré con el paciente, lo que me gustaría hicieran conmigo, si yo me encontrara en su situación", reza una frase que pende de un cuadro de derechos y responsabilidades en los principales centros de asistencia social en Honduras, un país donde enfermarse y acudir al doctor puede ser un error o una buena opción para atacar el mal de raíz.
Como parte de una campaña de investigación nuestra para indagar cómo están trabajando estos lugares, ayer visitamos el Centro de Salud Cliper "A", de la colonia Hato de Enmedio de Tegucigalpa y nos enteramos no sólo de la calamidad en mobiliario, equipo, ambulancias, medicamentos, sino en áreas tan primordiales como la atención al paciente.
Era un domingo aparentemente tranquilo; esperaban su turno unas quince (15) personas nada más, las que poco a poco se fueron duplicando con el paso de las horas. Los padecimientos: dolor de espalda, de estómago, de las vías respiratorias, en las extremidades inferiores, de la presión arterial, entre muchos.
Unos respetaban el orden para ingresar al cubículo médico, otros se saltaban las reglas establecidas para buscar a su pariente o el conocido que los atendiera adentro sin hacer fila. Los médicos en turno: aparentemente dos, enfermeras: muchas, sin ninguna autoridad para agilizar un trámite.
Las viejas ambulancias del centro de salud Cliper "A"
El tiempo para tratar a una persona oscila entre los 45 minutos o la hora. Entre tanto los empleados cuentan chistes, escuchan música, hablan por teléfono, compran algo en la cafetería (en las afueras del lugar) u otras actividades. Así transcurren los segundos, los minutos, las horas y cuando usted menos acuerda el sol se ocultó y sigue aguardando en el viejo escaño que yace en la entrada del lugar, para poder ser atendido.
Son las siete de la noche y habrá cambio de turno. En el tiempo pasado no habría ocurrido mayor cosa, talvez dos que tres pacientes remitidos de urgencia. Arriban los otros doctores que relevarán a los otros que habían trabajado "arduamente" durante el día.
note los viejos asientos, que sostienen a más de 5 personas por turno
Pero hay de usted si se queja que tiene horas de esperar ser atendido!!! su problema podría acrecentarse incluso salir más enfermo de lo que entró; porque los de blanco, azul o verde, lo único que saben decir en mal tono es: espere su turno, estamos trabajando duro para atenderle pronto....
Y este, señor Arturo "Tuky" Bendaña, Secretario de Salud Pública de Honduras, es sólo un ejemplo más de la negligencia que existe en materia de salud en el país. A usted le compete delegar personas que supervisen estos lugares, a los profesionales en este ramo, a rotarlos si es preciso, a mitigar las necesidades que también existen dentro de estos lugares y otros tantos problemas más que usted sabe muy bien cúales son a estas alturas.
Las enfermeras en pleno horario de trabajo, platicando con sus compañeras mientras los pacientes esperan ser atendidos.
Espere la continuación de esta serie de investigaciones. Continuará.......
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