lunes, 22 de junio de 2009

"Falla el Bambú", amenaza latente para capitalinos

Uno de los rotativos con mayor influencia en el país, publicó este día una noticia nacional, en la que el periodista hizo énfasis en la zozobra que los capitalinos están viviendo durante esta temporada de lluvias, sobre todo aquellos que han sido afectados por los sismos y los aguaceros en sectores como la Cabaña.

Lejos del tinte político que en Honduras muchos de nuestros colegas del medio tienen por costumbre imprimir a cada reportaje y del incumplimiento de los aspirantes a cargos de elección popular en sus promesas de campaña, es necesario también investigar a fondo que hay detrás de las opiniones que emiten los pobladores de esas zonas vulnerables en cuánto al tema, quien dice la verdad y quien la evade.


El Chivatazo Hondureño se dio a la tarea este día de recavar criterios en las oficinas de la "Muni" Capitalina para saber su versión de los hechos, ya que los residentes de éstas zonas afirman entre muchas otras cosas que aún siguen esperando por los expertos y del estudio pertinente que evalúe el tramo afectado y cómo el Alcalde de Tegucigalpa, Ricardo Álvarez, solucionará al mismo tiempo, ¡sus problemas!.

La gráfica muestra una panorámica del lugar de falla "El Bambú".

La Alcaldía Municipal del Distrito Central, a través de su equipo de expertos en prevención y mitigación de desastres naturales, nos explicó al respecto que "el sitio de falla es algo natural", y no culpa de la municipalidad; asimismo, que el tema es ya por los pobladores conocido puesto que los riesgos y la prevención han sido motivo de discusión en repetidas ocasiones desde octubre del año pasado (2008) a la fecha, tiempo en que se declararan "no habitables" lugares como El Edén, La Cabaña o Altos de la Cabaña; pero que lastimosamente una vez concientizada la población del peligro en el que se encuentran, aunque han accedido al desalojo voluntario con ayuda financiera de por medio, ellos regresan días después al mismo sitio, haciendo caso omiso de las advertencias (lo que se repite cotidianamente).

Estamos a favor, como medio de comunicación que le informa, denuncia e investiga, que se le debe brindar la ayuda necesaria a los hondureños que por una u otra causa han ido a parar a barrios como éstos y de igual forma apoyarles en lo posible durante emergencias; pero también consideramos que debemos ser concientes cuando la madre naturaleza pasa su factura por el uso indebido que hacemos de ella y del rol que nosotros como ciudadanos debemos desempeñar en situaciones como éstas.

Imágenes del 18 de noviembre de 2008, cuyo deslizamiento en el sector provocó el derrumbe de una iglesia en la localidad referida.

Para orientarle a usted, el tema del que estamos tratando es nada más y nada menos de la "falla el bambú", la que según expertos abarca los sectores de "El Edén, Altos de la Cabaña y la Cabaña", las cuales están expuestas al paso de la famosa quebrada "El Bambú", de ahí su nombre...

En ese sentido, se nos comentó que "la falla el bambú" se activa no sólo debido a la caída de agua, sino que se debe gracias a factores como el uso inadecuado del terreno, el peso de las viviendas construídas en ese sector, la erosión del suelo, entre otros. "Esa zona de la cabaña especificamente el Edén, es de alto riesgo; desde el año pasado a la comunidad se les dijo que era zona no habitable"; especificamente entre el 18 y el 22 de octubre se procedió a desalojar a las familias de ese sector y se les tuvo algún tiempo en albergues", comenta Julio Quiñónez, asesor municipal en el tema de prevención y mitigación de desastres naturales.

De acuerdo a ello, "el alcalde Álvarez, giró en su momento instrucciones de ayudar a los pobladores circunvecinos, con alimentos e insumos basicos con los que la AMDC podía contribuir de acuerdo al presupuesto destinado para esta operación; tambien se colaboró con asistencia médica, ayuda económica inclusive para rentar otras viviendas ajenas a deslizamientos, entre otros", comenta Quiñónez.

De acuerdo a nuestra investigación, los pobladores se niegan a abandonar sus viviendas por dos principales razones:
  1. Temen vivir lejos del centro de la ciudad capital.
  2. Muchos de ellos no disponen de escritura pública que les acredite ser dueños, lo que les hace ser vistos como "invasores de terreno". Por lo que la desconfianza de ellos es mayor en cuánto a esto: ser desalojados y quedar sin un lugar donde residir junto a su familia. En el caso de los propietarios legales, se dice que la AMDC está trabajando desde hace un tiempo en asignarles un sitio donde puedan vivir tranquilamente, con la condición que la gente acceda al desalojo, por el bienestar propio; muestra de ello son 4 familias residentes de la colonia "El Reparto", quienes ya fueron beneficiadas, según nos informaron las fuentes.
Es oportuno comunicar que en este cometido, países cooperantes como el Japón, está trabajando en conjunto con la municipalidad y el Alcalde Ricardo Álvarez, no sólo en asesoría sino también con el apoyo económico necesario para implementar las medidas que corresponda. Algo que debemos aplaudir y agradecer a los orientales en todo cuanto aportan para nuestro país, cuando debería ser el gobierno central que también se inmiscuya en respaldar iniciativas de este tipo para acelerar procesos como éstos que requieren toda la atención del caso y no invertir cantidades exhorbitantes en campañas ajenas a la voluntad del pueblo....

Ahora bien, con lo recavado por nuestro equipo de redacción queremos hacer de su conocimiento no sólo lo que la "muni" ejerce en materia de prevención, sino sentar el precedente que es el ciudadano al final de cuentas el que tiene el control de guardar su vida y la de los suyos; es nuestro deber apegarnos a la ley, pero no echarle la culpa a las autoridades cuando somos nosotros mismos los afectados y quienes propiciamos en un 50 por ciento fenómenos de este tipo yéndonos a construir viviendas a lugares inapropiados y al mismo tiempo arrastrar a otros en el mismo laberinto, como les pasaría a los vecinos de "El Guanacaste", quienes serían también los perjudicados de seguir latente el derrumbe.

Esperamos que la gente tome conciencia de una vez por todas, sobre lo que se está haciendo para su bienestar y que al mismo tiempo hagan caso y abandonen lugares como la Cabaña, donde el terreno cada vez promete ser una bomba de tiempo, es decir, una amaneza latente para quienes habitan esos peligrosos sectores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

con la gente nunca se queda bien en Honduras