Micheletti en Diálogo con "Mel" Zelaya

La casa del premio nóbel de la paz de los años ochentas y ahora presidente de Costa Rica, Oscar Árias, será el escenario donde dentro de unas horas el gobernante de facto de Honduras, Roberto Micheletti y el depuesto Manuel Zelaya Rosales, lleven a cabo el diálogo que según muchos podría poner fin al conflicto político en Honduras.

Pese a que Zelaya exigió previo a ello, ser restituido en su cargo y tratar de "gorila" a Micheletti definiendo que éste pagará caro el golpe de estado en su contra, éste último no se abstuvo de asistir a dicha reunión a la que también coincidirán Patricia Rodas (de quien se ha cuestionado desde siempre su presencia afable con Zelaya), Aristides Mejía y Enrique Flores Lanza, estos 3 personajes quienes ocupaban hasta hace poco altos rangos en el gobierno del olanchano. Micheletti por su parte se supo que viajará en compañía de una respetable comitiva, encabezada por el abogado Roberto Herrera Cáceres, experto en Derecho Internacional, entre otros.

No sabemos con exactitud si imperará un clima de cordura y humildad tal como lo sugirió el presidenciable costaricense sobre todo después de tantas palabras cruzadas entre ambos bandos. Sin embargo la ciudadanía, el mundo y los medios de comunicación en general, tendrán su mirada puesta en el resultado de esta plática en San José Costa Rica en la que según Micheletti no habrá ningún arreglo.

Esperemos que todo esto no sea un "show" publicitario como acostumbran las grandes luminarias de Hollywood y que la calma poco a poco pueda retornar al país. Ya no podemos los hondureños seguir viviendo en medio de tanta incertidumbre, donde nuestros hermanos riñen en fuertes disputas arriegando su vida por aquellos que quizá no apostarían ni un cinco por ellos mismos.

Avalamos porque la libertad de expresión nunca sea ininterrumpida y porque tarde o temprano se desenmascare a quienes están detrás de tantos actos bochornosos en el país, por A o por B los hondureños merecemos de igual forma despertar de la zozobra en la que muchos compatriotas viven ahora a raíz de éstos y otros sucesos que acontecen a diario en cada rincón de Honduras.